Historia de dos cirugías y las experiencias de una mujer

Carmen Luidvinovski tiene un reiterado aprecio por el hospital ubicado en su patio trasero. Ha sido paciente de Cleveland Clinic durante 18 años, desde que se mudó por primera vez de Venezuela a Weston, Florida.

Al principio, la analista financiera de 57 años consideró que tener una atención médica de gran calidad tan cerca de su casa era muy conveniente. "Tengo justo al lado un gran hospital con una gran reputación y excelentes médicos", dice.

Luego, hace cuatro años, Carmen fue diagnosticada con carcinoma de células renales, comenzando una jornada contra el cáncer junto con su equipo de atención en el Maroone Cancer Center de Cleveland Clinic Weston Hospital. Carmen dio el primer paso en esta jornada en 2016 cuando se sometió a una cirugía para extirpar su riñón derecho, la cual fue realizada en Cleveland Clinic en Florida por Barbara Ercole, MD, una uróloga certificada.

Carmen Luidvinovski with her son and daughter
Carmen Luidvinovski con su hijo y su hija. (Cortesía: Cleveland Clinic)

Carmen permaneció libre de cáncer durante tres años, hasta que en 2019 durante una cita rutinaria de seguimiento le encontraron un pequeño nódulo en el pulmón derecho. El carcinoma de células renales en estadio IV fue un metástasis del cáncer original.

Y fue extirpado quirúrgicamente por el Philip Bongiorno, MD, cirujano torácico de Cleveland Clinic en Florida utilizando un enfoque mínimamente invasivo llamado Cirugía Torácica Video Asistida (CTVA).

“Con la cirugía abierta, se hace una incisión larga entre las costillas que luego se separan para que el cirujano pueda acceder al pulmón,” explica el Dr. Bongiorno. “Durante el VATS, utilizamos herramientas especiales de mango largo para realizar la cirugía y una pequeña cámara para ver imágenes ampliadas en una pantalla de video. Lo cual requiere incisiones más pequeñas y sin extender las costillas.”

Carmen describe que solo tuvo pequeñas dos incisiones y otra de aproximadamente tres pulgadas de largo.

“Estuve en el hospital durante dos noches, y pensé que había sido realmente muy rápido. Tuve un poco de molestia solo unas dos semanas de después de la cirugía.”

Si bien su período de recuperación fue mucho más corto que las seis a ocho semanas esperadas si se hubiese hecho una toracotomía tradicional. Fue su experiencia más reciente la que realmente impresionó a Carmen sobre los beneficios de tener una atención médica tan innovadora en su ciudad natal.

"Este año se encontró una segunda metástasis en mi pulmón izquierdo", dice Carmen. "Era más pequeño, pero muy profundo en mi pulmón."

Debido a que el nódulo era tan profundo, se realizó un procedimiento innovador llamado broncoscopia por navegación para inyectar un tinte especial y así marcar la ubicación del tumor.

Esto permitió al Dr. Bongiorno ver claramente cuál era el área del pulmón que necesitaba ser extirpada durante la cirugía. A continuación, utilizó el método con el nuevo sistema robótico utilizado en el hospital, denominado Da Vinci Xi para así poder realizar una resección en cuña segmentaria asistida por robot, en vez de hacer otro procedimiento VATS, y de esta manera extirpar el nódulo y solo un margen de tejido sano.

Carmen Luidvinovski
Carmen atribuye al procedimiento VATS el haber ayudado a que su proceso de recuperación fuera rápido y prácticamente sin dolor. (Cortesía: Cleveland Clinic)

Durante la cirugía asistida por robot, el cirujano se sienta frente a una consola de computadora y controla cuatro brazos de robots para mover los delicados instrumentos quirúrgicos con precisión así como una cámara colocada dentro del paciente. Las puntas de los instrumentos están articuladas, como la articulación de la muñeca, lo cual les permite doblarse y girar para imitar los movimientos de la mano del cirujano, mientras que un monitor proporciona una vista 3D dentro del cuerpo del paciente a todo color y altamente ampliada.

“Debido a que los instrumentos están articulados, esto conlleva a que se requiera menos reposicionamiento,” dice el Dr. Bongiorno. “Al reducir el movimiento de los instrumentos, hay menos riesgo para los tejidos y daño alguno a los nervios, y esto a su vez significa menos dolor para el paciente."”

Carmen está de acuerdo y señala que la recuperación de un año a otro fue completamente diferente. “Con la cirugía robótica, me quedé en el hospital solo una noche. ¡Fue casi sin dolor!”

Institutos relacionados: Cleveland Clinic Cancer Center, Glickman Urological & Kidney Institute, y Cleveland Clinic Respiratory Institute

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