Andrea Castellanos es una esposa muy ocupada y madre de dos niños pequeños. Cuando le diagnosticaron el carcinoma de células renales a la edad de 36 años, estaba sorprendida y asustada.
Después de mostrar los síntomas de una infección del tracto urinario, Andrea visitó a su médico en su hogar en Venezuela. Una tomografía computarizada indicó que tenía un tumor de 5 cm en el riñón derecho.
"Teniendo en cuenta mi edad, no podía creer lo que estaba escuchando", dice Andrea. "Mi única opción en Venezuela era extirpar todo el riñón con el tumor. No tenían experiencia con robótica ni incluso la tecnología para hacerlo".
Andrea viajó 2254km al hospital Cleveland Clinic en Weston para obtener una segunda opinión con el doctor Alberto Pieretti, MD, un médico oncólogo y urólogo. La práctica clínica del Dr. Pieretti se centra en el tratamiento quirúrgico mínimamente invasivo de los cánceres genitourinarios.
La joven madre se confortó a raíz de la experiencia y el cuidado que recibió por parte del Dr. Pieretti mientras él le explicaba el proceso y los beneficios de una nefrectomía parcial robótica.
"Nuestro objetivo es extirpar el tumor mientras preservamos la mayor cantidad posible de tejido renal sano", dice el Dr. Pieretti. "Mantener la función renal es esencial porque sus riñones son los principales filtros de su cuerpo. A medida que envejecemos, tenemos otras enfermedades que pueden afectar la función renal. Preservar los riñones mejora tanto su calidad de vida como su esperanza de vida".
Andrea estaba convencida de que estaba en el mejor lugar para su tratamiento contra el cáncer.
"El Dr. Pieretti se tomó el tiempo para explicar cómo funcionaría la cirugía robótica y qué tan rápida sería mi recuperación con esta tecnología", dice Andrea. "Eso me alegró porque quería volver a mi vida normal rápidamente".
Durante la cirugía, el Dr. Pieretti pudo hacer una transección del tumor en sus bordes marginales y preservar el riñón de esta manera, mejorando la esperanza de vida de Andrea. El quedó extremadamente satisfecho con el resultado de su paciente.
"Después de la cirugía, la función renal de Andrea estaba en su línea de base, la misma función que tenía antes", dice el Dr. Pieretti. "Ella pudo tener lo mejor de dos mundos: pudimos tratar su cáncer y preservar su función renal para el futuro".
El día después de su cirugía, Andrea salió del hospital para estar con su familia. Una semana después, se sentía como nueva. "Me estaba divirtiendo con mis hijos como si nada hubiera pasado".
Para Andrea, el proceso de cirugía y recuperación no podría haber sido mejor. "Entre Cleveland Clinic y el Dr. Pieretti, me sentí muy cómoda y muy bien cuidada", dijo.
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